Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,

Que en las tierras natales de los pueblos Piscataway, Nentego (Nanticoke) y Susquehannock, la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal inste a todas las entidades episcopales, diócesis, parroquias y misiones a designar un día en honor de nuestros antepasados indígenas. Además, que las diócesis nacionales y territoriales de Estados Unidos, así como todas las entidades episcopales, se refieran a la festividad federal estadounidense del Día de la Raza como el Día de los Pueblos Indígenas; y asimismo

Se resuelve, Que las naciones de todo el mundo adopten el Día de los Pueblos Indígenas como un día festivo o de observación, que incluya, sin limitarse a ellos, a Colombia y Taiwán y además, que las Naciones Unidas reconozcan el 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.

Se resuelve, Que la celebración del Día de los Pueblos Indígenas sirva para celebrar y recordar a los pueblos indígenas que durante miles de generaciones han salvaguardado la tierra y que, frente al genocidio cultural, preservaron sus lenguas, tradiciones, historias y ceremonias para las generaciones futuras; y asimismo

Se resuelve, Que todas las oficinas diocesanas, parroquias y organizaciones relacionadas con la Iglesia Episcopal sean alentadas a examinar su observación, recuerdo y honor de nuestros hermanos indígenas y nativos;