Annette Buchanan
Mi trayectoria como líder de fe comenzó en la Iglesia de San Agustín en Asbury Park, NJ. Es importante que mi llamada al liderazgo se vea reforzada por la mejora de mis prácticas espirituales de oración y estudio. Participé en varios comités y me uní al liderazgo cuando fui elegida como miembro de la Junta Parroquial y Coadjutor Menor. Me convertí en delegada de la convención diocesana y serví en el Consejo Diocesano, entre otras responsabilidades diocesanas, lo que aumentó mi conocimiento de la Iglesia Episcopal. Mi mayor preocupación en la iglesia era la necesidad de programas de justicia social. Afortunadamente, conocí la Unión de Episcopales Negros y me inspiré en su labor de defensa de los derechos. Dentro de esa unión, recibí orientación como líder laica y llegué a ser la Presidenta Nacional. Mi ventaja era que las habilidades perfeccionadas en la vida corporativa eran transferibles al ministerio dentro de la iglesia. Creo que esas dotes de planificación estratégica, administración de programas y colaboración, son muy adecuadas para servir al Consejo Ejecutivo en los retos y oportunidades que tendremos que afrontar.