Martin S. Field
Aunque no soy abogado ni “docto en leyes”, soy un estudioso de nuestros Cánones, y más concretamente de sus valores y propósitos subyacentes. Creo de todo corazón que los cánones disciplinarios del Título IV deben administrarse en una atmósfera de cuidado pastoral y compasión para todas las partes que puedan entrar en disputa o que puedan haber causado o recibido un daño. He participado en acciones del Título IV en varias ocasiones durante mi tiempo como Obispo de Missouri Occidental, y he podido asegurar en cada caso que todas las partes sean escuchadas, que se reconozca todo el dolor y la pena, y que se busque la reconciliación a largo plazo.