Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Diputados,

Que la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal condene la agresión que la Federación Rusa lanzó contra la nación soberana e independiente de Ucrania el 24 de febrero de 2022; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención haga un llamado a los líderes de las naciones implicadas en este conflicto para que cesen inmediatamente esta violencia injustificable y sangrienta, y que aquellos de entre las naciones del mundo que puedan tener la capacidad de influir en las decisiones tomadas por los que dirigen esta guerra les pidan que lo hagan urgentemente; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención haga un llamado a los líderes de la Federación Rusa y a quienes los apoyan para que cesen inmediatamente su agresión e inicien de inmediato negociaciones de buena fe en las que la soberanía y la seguridad de Ucrania queden aseguradas, y hace un llamado a aquellas naciones del mundo que puedan tener la capacidad de influir en las decisiones tomadas por los que dirigen esta guerra para que lo hagan urgentemente; y asimismo

Se resuelve, Que, como fieles cristianos, hagamos un llamado a nuestros hermanos de las iglesias de Rusia y Ucrania para que recuerden a sus líderes el mandamiento de Cristo de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, un mandamiento que creemos que no justifica un conflicto violento, a no ser que sea en defensa de los vulnerables e indefensos; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención elogie el trabajo de la Agencia Episcopal de Beneficencia y Desarrollo y de nuestras congregaciones de Europa, en sus esfuerzos continuos para proporcionar apoyo y socorro a todos los refugiados que buscan seguridad y refugio en Europa y ayudarles a reconstruir vidas destrozadas; y asimismo

Se resuelve, Que todos los refugiados, independientemente de las razones de su huida o del país de origen, sean recibidos con la misma dignidad, la misma hospitalidad y el mismo trato; y que todas las congregaciones sean conscientes de los peligros de la trata de seres humanos, a los que los refugiados son especialmente vulnerables, y los protejan de esto; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención elogie la labor que están llevando a cabo los diplomáticos y los pacificadores, y haga un llamado a todas las autoridades para que trabajen sin cesar con el fin de lograr un final rápido y justo de este conflicto, y un restablecimiento de la independencia y la autonomía de Ucrania en condiciones de tranquilidad.

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<Texto modificado que se propone para la resolución, donde se muestran los cambios exactos que se están haciendo:>

Que la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal condene la agresión que la Federación Rusa lanzó contra la nación soberana e independiente de Ucrania el 24 de febrero de 2022; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención haga un llamado a los líderes de las naciones implicadas en este conflicto para que cesen inmediatamente esta violencia injustificable y sangrienta, y que aquellos de entre las naciones del mundo que puedan tener la capacidad de influir en las decisiones tomadas por los que dirigen esta guerra les pidan que lo hagan urgentemente; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención haga un llamado a los líderes de las naciones implicadas en este conflicto para que cesen inmediatamente esta violencia injustificable y sangrienta, y que aquellos de entre las naciones del mundo que puedan tener la capacidad de influir en las decisiones tomadas por los que dirigen esta guerra les pidan que lo hagan urgentemente; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención haga un llamado a los líderes de la Federación Rusa y a quienes los apoyan para que cesen inmediatamente su agresión e inicien de inmediato negociaciones de buena fe en las que la soberanía y la seguridad de Ucrania queden aseguradas, y hace un llamado a aquellas naciones del mundo que puedan tener la capacidad de influir en las decisiones tomadas por los que dirigen esta guerra para que lo hagan urgentemente; y asimismo

Se resuelve, Que, como fieles cristianos, hagamos un llamado a nuestros hermanos de las iglesias de Rusia y Ucrania para que recuerden a sus líderes el mandamiento de Cristo de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, un mandamiento que creemos que no justifica un conflicto violento, a no ser que sea en defensa de los vulnerables e indefensos; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención elogie el trabajo de la Agencia Episcopal de Beneficencia y Desarrollo y de nuestras congregaciones de Europa, en sus esfuerzos continuos para proporcionar apoyo y socorro a todos los refugiados que buscan seguridad y refugio en Europa y ayudarles a reconstruir vidas destrozadas; y asimismo

Se resuelve, Que todos los refugiados, independientemente de las razones de su huida o del país de origen, sean recibidos con la misma dignidad, la misma hospitalidad y el mismo trato; y que todas las congregaciones sean conscientes de los peligros de la trata de seres humanos, a los que los refugiados son especialmente vulnerables, y los protejan de esto; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención elogie la labor que están llevando a cabo los diplomáticos y los pacificadores, y haga un llamado a todas las autoridades para que trabajen sin cesar con el fin de lograr un final rápido y justo de este conflicto, y un restablecimiento de la independencia y la autonomía de Ucrania en condiciones de tranquilidad.