Se resuelve, Que la Cámara de Obispos que se reúne en esta 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal en Baltimore, Maryland, dé gracias a Dios Todopoderoso por el compromiso, la imaginación y la devoción al Evangelio manifestados por tantos de nuestros clérigos y laicos durante la temporada sin precedentes de la pandemia, esforzándose como lo han hecho y continúan haciéndolo para mantener viva la llama de la fe en nuestras diócesis, congregaciones, escuelas y ministerios especiales; y reconozca además el costo personal, profesional y espiritual que ha supuesto para tantas personas durante la pandemia su participación en el sacrificado ministerio de Cristo; y encomiende además a la misericordia y al amor de Dios a los que han muerto a causa de COVID-19, a los que viven con COVID prolongado y a los que siguen llorando la muerte de sus seres queridos; y asegure además a todos los miembros de la Iglesia el compromiso de los obispos de hacer todo lo que esté en nuestras manos para apoyar y sostener a nuestro clero y líderes laicos, mientras juntos miramos y trabajamos por el futuro de Dios en la creación de la Amada Comunidad por el bien de la vida del mundo.