Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,

<Texto enmendado tal y como aparecería si se adoptara y concurriera. Vea la versión que muestra todo el texto eliminado y añadido debajo de la línea de asteriscos (******).> 

Que la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal reconozca la prevalencia mundial de las enfermedades mentales y la necesidad de un ministerio efectivo con las personas que enfrentan desafíos de salud mental, y la necesidad de continuar el trabajo iniciado con las resoluciones de la Convención General 2015-C020 y 2018-C034; y asimismo

Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal prepare a toda su gente, tanto al clero como a los laicos, para interactuar de manera compasiva y competente con aquellos que experimentan problemas de salud mental; y asimismo

Se resuelve, Que las provincias y diócesis de la Iglesia Episcopal utilicen recursos para fortalecer la atención, la inclusión, el apoyo y la defensa de todas las personas (tanto los laicos como el clero) que luchan con problemas de salud mental; y asimismo

Se resuelve, Que las provincias y diócesis de la Iglesia Episcopal apoyen la salud mental de su clero, abogando para que el clero sea intencional sobre su autocuidado, y comprendiendo que el clero, como cualquier otra persona, también puede luchar con los desafíos de la salud mental.

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Que la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal reconozca la prevalencia mundial de las enfermedades mentales y la necesidad de un ministerio efectivo con las personas que enfrentan desafíos de salud mental, y la necesidad de continuar el trabajo iniciado con las resoluciones de la Convención General 2015-C020 y 2018-C034; y asimismo

Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal prepare a toda su gente, tanto al clero como a los laicos, para interactuar de manera compasiva y competente con aquellos que experimentan problemas de salud mental; y asimismo

Se resuelve, Que las provincias y diócesis de la Iglesia Episcopal utilicen recursos para fortalecer la atención, la inclusión, el apoyo y la defensa de todas las personas (tanto los laicos como el clero) que luchan con problemas de salud mental; y asimismo

Se resuelve, Que las provincias y diócesis de la Iglesia Episcopal desarrollen y fortalezcan los recursos para apoyarapoyen la salud mental de su clero, abogando para que el clero sea intencional sobre su autocuidado, y comprendiendo que el clero, como cualquier otra persona, también puede luchar con los desafíos de la salud mental.