Se resuelve, Que la 80ª Convención General reconozca que estamos viviendo en una época en la que la tecnología está abriendo nuevas puertas para la conexión y la posibilidad, y también mecanismos para la vigilancia y la intrusión, y que como sociedad y como iglesia no hemos lidiado plenamente con las implicaciones prácticas y éticas de la transición a la Era Digital; y asimismo

Se resuelve, Que esta Convención aliente al Comité de Teología de la Cámara de Obispos a considerar el estudio y la presentación de informes sobre los usos y los abusos, las posibilidades y los perjuicios de la tecnología en nuestra vida cotidiana e institucional, incluso para la oración y el culto, el trabajo y la vida familiar, y sobre las implicaciones éticas y teológicas de la nueva era digital para nuestra vida interior, nuestras prácticas de oración, nuestras conexiones con los demás y con toda la creación y, en última instancia, nuestra conexión con Dios; y asimismo

Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal, con la ayuda de la Oficina de Relaciones Gubernamentales y la Red Episcopal de Políticas Públicas, apoye las políticas a nivel local, estatal, nacional e internacional de gobierno y acuerdo para:

• Regular las empresas tecnológicas para proteger a los consumidores, especialmente a los niños y jóvenes, de la vigilancia irrazonable, la recopilación de datos personales, las funciones adictivas y los contenidos nocivos;
• Regular el uso de la tecnología digital y la inteligencia artificial en el lugar de trabajo para vigilar, controlar y gestionar a los trabajadores, con el fin de defender los derechos de los trabajadores a organizarse, a la privacidad, a unas condiciones de trabajo seguras y a la igualdad de oportunidades;
• Regular el uso de la recopilación y el almacenamiento de datos por parte de las autoridades públicas, incluidas las fuerzas del orden locales, nacionales e internacionales, para salvaguardar la sociedad al tiempo que se protege a las personas de intromisiones irrazonables en su privacidad;
• Regular el uso de criptomonedas y tokens no fungibles para reducir su efecto sobre nuestro planeta, el clima y el medio ambiente.
• Apoyar la inversión pública para cerrar la brecha racial y de riqueza digital en el acceso a la tecnología y a la educación tecnológica.

Y asimismo

Se resuelve, Que la Iglesia Episcopal haga un llamado a las grandes empresas de datos y tecnología para que lleven a cabo revisiones éticas independientes y continuas de sus productos y de su impacto en las personas, especialmente en las poblaciones vulnerables como los niños y los jóvenes, y en la sociedad en su conjunto, incluyendo nuestros sistemas democráticos y lugares de trabajo, y para que dispongan de procesos para mitigar los daños; y que se encargue al Comité de Responsabilidad Social Corporativa del Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal la tarea de involucrar a las empresas relevantes de la cartera de inversiones de la Iglesia en estas cuestiones éticas.