A011 Desarrollar Conmemoraciones Locales

Se resuelve, Que la 80ª Convención General afirme el siguiente proceso y preguntas orientadoras para desarrollar y alimentar las conmemoraciones locales; y asimismo

Se resuelve, Que este proceso se incluya en los Apéndices de las Fiestas y Ayunos Menores de 2018.

Elaboración de Conmemoraciones Litúrgicas

La historia demuestra que las conmemoraciones litúrgicas tienen su origen en la comunidad local. De hecho, todas las adiciones propuestas al Calendario Eclesiástico deberían comenzar como conmemoraciones locales. A continuación se incluye un proceso para el desarrollo de dichas celebraciones locales, así como algunas preguntas orientadoras que podrían ayudar a la comunidad local a través del proceso.

El Libro de Oración Común (págs. 13, 18, 195 y 246) permite las conmemoraciones que no figuran en el Calendario, proporciona recolecciones y lecturas para ellas (el Común de los Santos), y reconoce la autoridad del obispo para establecer devociones en ocasiones para las que el Libro de Oración no ha previsto ninguna oración o servicio. Aunque el Libro de Oración no requiere el permiso del obispo para utilizar el Común de los Santos para las conmemoraciones no incluidas en el Calendario, es conveniente que se solicite su consentimiento.

Aunque estas directrices son de carácter general y no son exhaustivas en cuanto a su alcance o situación, se sugiere este proceso para iniciar las conmemoraciones locales, diocesanas o regionales.

1. Establecimiento: una congregación, diócesis, otra comunidad u organización establece una conmemoración para una persona u ocasión específica, en un día específico.

•  ¿Quién o qué se conmemora? ¿Por qué es beneficiosa esta conmemoración para la vida litúrgica de la comunidad local? ¿Qué se perdería si no se observara la conmemoración? (Véase el conjunto de criterios más recientes para la inclusión en el Calendario Eclesiástico, y el conjunto de Días Santos, BCP p. 16, que tienen prioridad en sus fechas).

2. Recolecciones y lecturas: se eligen y utilizan una recolección y lecturas del Común de los Santos. Tal vez se componga una nueva recolección y se asigne una nueva colección de lecturas para su uso en la conmemoración. La Comisión Permanente sobre Liturgia y Música y los organismos litúrgicos diocesanos locales están disponibles para su consulta.

•  ¿Cómo podrían las selecciones de la Sagrada Escritura y la recolección elegida, o nueva, comunicar el motivo de la celebración de la conmemoración? ¿Qué selecciones de las Sagradas Escrituras ayudarán a la congregación a comprender mejor la conmemoración? ¿Sobre qué debemos orar en la recolección para entender mejor la conmemoración?

3. Observación: la congregación, la diócesis, la provincia o la organización proceden a observar anualmente la conmemoración en su vida litúrgica regular.

•  ¿Cómo invitar a otros a unirse a la celebración? ¿Tiene sentido invitar a la comunidad local? ¿A las congregaciones cercanas? ¿A la diócesis? ¿A la provincia?

4. Evaluación: la comunidad local debe participar en la evaluación continua de la conmemoración. La evaluación debe incluir una conversación con los miembros de la comunidad y con los participantes en la observación. Si es necesario, se deben revisar los pasos anteriores.

•  ¿Cómo ha evolucionado su opinión sobre los pasos anteriores a través de su observación de la conmemoración? ¿Qué ha aprendido? ¿Qué comentarios ha recibido? ¿Qué le ha sorprendido al observar la conmemoración? ¿En qué medida la comunidad local ha adoptado la observación? ¿Es necesario cambiar algo? ¿Cómo podrían adaptarse las lecturas y la recolección?

5. Reconocimiento más amplio: los interesados en promover una conmemoración más amplia comienzan a compartir los materiales desarrollados con otros, sugiriendo que también la adopten. Si en algún momento se desea proponer su observación opcional por parte de la Iglesia en general, es esencial incluir pruebas documentadas de la difusión y duración de la conmemoración local en la propuesta a la Convención General.

•  ¿Por qué la conmemoración debe ser observada por la Iglesia en general? ¿Qué perdería la Iglesia en general si no observara esta conmemoración? ¿Cómo reforzaría o equilibraría esta conmemoración el Calendario Eclesiástico? (Véase el conjunto más reciente de criterios de inclusión en el Calendario Eclesiástico).

Algunas conmemoraciones, quizás muchas, seguirán siendo de carácter local, diocesano o regional. Esto no reduce en absoluto su importancia para quienes veneran y buscan mantener viva la memoria de los testigos amados y fieles de Cristo. Independientemente del uso local o eclesiástico, el Libro de Oración Común acoge las conmemoraciones regulares y locales en la vida litúrgica de la Iglesia.